Nos hemos anclado en esta historia, nos hemos detenido por vaya a saber qué razones, las ansiedades aparcadas bajo las camas, porque de hecho dormimos separados, nos dejan respirar soledad, y vamos envejeciendo de piel, rejuveneciendo en ganas y desojándonos en mil vidas; si tan solo fuéramos capaces de dar ese paso que nos acerque, de decirnos lo que hemos callado en un solo abrazo, de mirarnos y tener la certeza que, desde que nos vimos supimos que no nos salvaríamos solos.
Y tu tan tú, no haces nada por mi, tan yo…y me pierdo en los misterios de ser mujer, en las certidumbres de saber que un solo velo nos separa, en los sueños no compartidos, en las realidades no vividas y hasta en las calles que camino pensándote a mi lado.
Nuestro barco sólo flota, ni se hunde ni toma rumbo… estamos anclados y a un paso de ser un, nosotros.