jueves, 20 de febrero de 2020

Despertando el avatar


No creía en la maldad hasta que la vida la puso frente a mi, y donde más duele, hacia un hijo.
No creía en la manipulación maliciosa y despiadada hacia las emociones de un niño, hasta que la vida (otra vez) me puso en bandeja el corazón de una niña de cuatro años.
Creía en la Justicia  Social y humana, hasta que descubrí que ella solo escucha solo a partes y que no deja margen de defensa donde la verdad canta a gritos silenciosos.
Creía en el ser humano, hasta que me tocó vivir entre híbridos disfrazados 
de personas.

Creía que lo que no tenía solución no debía preocuparme, hasta que sacar mis instintos más bajos fue la única opción, sí odié con todas mis fuerzas, me retorcí en la bronca, el odio en maldecir todo lo que se movía, en medio de toda esa oscuridad donde rebusqué mis armas más letales para ponerlas en juego, el este puñetero juego que es vivir aprendiendo a ser mejor o en los mejores de los casos no ser como algunas mascaras que danzan por el mundo.
Creí en que somos lo que pensamos, hasta que me tocó sentir lo que pensaba y caí en la cuenta que no soy diferente al resto de los mortales y que entrar en círculos enfermizos a veces es necesario para sacar la basura fuera, que sacudir la mierda es una opción más para encontrar la paz interna.
Hoy creo en lo ilusorio que es todo, lo vivido, lo experimentado, sentido, pensado, negado y aceptado.
Dejé de creer en todo tipo de justicia que se manifieste en este mundo por parte de los humanos, sigo creyendo en la broma cósmica que nos pone en posición de permitirnos experimentar todo lo que somos, dejarlo ser y seguir adelante con la próxima lección.
Confío en la única justicia, la divina que pone luz a la verdad, con sus leyes y con su tiempo.
Quizá en otra vida mi amada Valentina podamos elegirnos roles menos traumaticos porque creo que que en esta vida  esto ya nos vale.
Nieta adorada solo espero pacientemente, sin odio ya, que la luz llegue a tu ser y brilles siempre y por siempre, que no te vea no significa que no estemos unidas, en tu libro de memorias está explicado ésto y otras tantas cosas que debes saber. 
No creía en mi, hasta que llegaste tú y me diste el motivo y las razones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Archivo del blog

AMISTADES

AMISTADES

Compartir

Compartir

Un mundo de posibilidades

Un mundo de posibilidades