Durante las horas que vivimos nos suceden infinidades de cosas, en desemejantes sitios donde aparquemos nuestros cuerpos, con un sin número de personas con que nos relacionamos, y quizá con el mismo vocabulario o al menos parecido y en cada momento algo lo hace igual al anterior...el enganche adictivo a los móviles-celulares, he observado por algún tiempo estos actos involuntarios, inconscientes y hasta milimetrados de tener el móvil en las manos y danzar los dedos por los teclados táctiles mirando, esperando, diría yo que con una ansiedad imperceptible pero sentida por quienes estamos del otro lado, somos más especiales, tiernos, dulces, amables y con una solidaridad insospechada por estos aparatejos, que nos atropellamos en las aceras en los metros en los autobuses mientras conducimos mientras escribimos un mensaje que va desde la hora del encuentro hasta la alegría de estar vivos, sin concedernos la mínima duda que mientras sentimos en palabras y frases nos arrollamos con un par nuestro!, otro ser humano!
Regalamos sonrisas, corazones y todo tipo de emoticones sin ni siquiera decirle buen día a quien tenemos de frente, podemos olvidar todo menos este minúsculo y ahora no tanto aparatito que nos tiene atrapados, ¡Ni que decir de nuestra ortografía!
Resumiendo: Tenemos un problema!!! Y como dicen por allí "El despertar será duro".
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