Una de las cosas mas difíciles como personas es conocernos, varios son los aspectos a tener en cuenta cuando somos consientes de cada acto, uno de esos aspectos es la inseguridad.
Inseguridad abarca un amplio espacio de nuestras vidas, uno de ellos es nuestra inseguridad interna, esa que es alimentada por el miedo y la la culpa.
Tiene dos visiones: la inseguridad con respecto al entorno, es lo que me responde el exterior a mi acción, y la inseguridad que trabaja por nuestros contenidos internos, la que traemos desde nuestros pre-conceptos, valores, creencias, nuestro bagaje como personas.
Si hablamos desde el primer estado, deberíamos preguntarnos: ¿cómo tomo yo lo que el exterior me responde? y ¿estoy preparado para aceptarlo?
Cuando se nos dice que "no" desde afuera, hacemos todo lo contrario a lo que deberíamos, esto es porque "ese" no, reafirma nuestra inseguridad de lo que presentamos al exterior, nos rendimos, nos decimos que en realidad no era bueno lo que pensábamos, nos anulamos, dejamos que el afuera nos convenza y todo queda en la nada, con la angustia propia del mini-fracaso. Lo que poco nos dicen es, que cuando el entorno no responde como nosotros queremos, debemos "empatizar" y "reciclar" la respuesta, ya que esta tiene que ver con quien me responde, no con nosotros.Si pensamos que "el otro" no puede comprender nos por diferentes motivos, y busco quien nos entienda o quien se interese por mi idea, proyecto, etc, será entonces cuando la inseguridad quede anulada ante mi certeza de seguir adelante hasta dar con "mi oportunidad" .
Cuando hablamos de la inseguridad desde nuestro interior, la cosa se complica, porque nuestras estructuras son rígidas, siendo el lugar perfecto para crecer la frase no lograré nada, "flexibilizar" nuestro sistema interno significa la muerte definitiva de la inseguridad interna, necesitamos dejar lo " negativo" que suceda fuera de nosotros para poder procesar la respuesta en mi interior para que no afecte nuestro simple funcionamiento interno, es poner como objetivo nuestro "yo" quien cumplirá dos funciones: afianzar mi autoestima y bajar a cero los niveles de inseguridad.
La palabra inseguridad en su concepto muere dentro y fuera de nosotros, es inevitable, el mundo funciona por las sendas de la inseguridad, "nada es para siempre" dijo alguien hace tiempo, y nunca tan cerca de la realidad, mientras no superemos la inseguridad interna de quienes somos y hacia donde queremos ir, lo inseguro del mundo pasará a ser parte de nuestro "yo".
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